Vamos a intentar explicar el cambio
sufrido por los nombres propios de la obra a lo largo de su transmisión o del
error al copiar en el tema de la onomástica.
En la obra aparecen : Antropónimos: 130.
Nombres
citados: 106.
Nombres
de la trama: 20
Autores
de la obra: 4
Topónimos: 43.
Extranjeros:(25)
Españoles: (18)
Algunos de los nombres propios citados no
aparecen en el texto como tales, sino que a veces son el resultado de una
corrección tardía como en el caso de Anfión, Erasístrato, Marón, etc.
En los nombres citados en la obra,
observamos que hay cierta escasez de nombres peninsulares. Entre los topónimos,
tampoco aparecen muchos nombres españoles: Monviedro, Luque,Toro, Madrigal.
Cuando habla de iglesias o monasterios como Magdalena o Guadalupe.
Monasterio de Guadalupe (www.wikipedia.org) |
Por el contrario hay un gran predominio de
nombres extranjeros rebuscados que denotan una cultura refinada del autor y que
a veces se citan sólo para alardear de erudición. Los nombres eruditos dominan
cuando se trata de citar ejemplos, sobre todo en el caso de los antropónimos
que agrupan nombres literarios, mitológicos, bíblicos, históricos, en la gran
mayoría de la Antigüedad y de la época medieval: Bernardo, Petrarca, Lamba,
Doria, Adelecta. Lo mismo ocurre con los topónimos empleados que se refieren a
lugares extranjeros, lejanos y exóticos. Tenemos el ejemplo cuando Melibea
antes de suicidarse expresa conocimiento de gran cantidad de antropónimos y de
topónimos como Tolomeo, rey de Egipto; Nerón y su madre Agripina; Constantino
emperador de Roma; Laodice, reina de Capadocia;Medea. etc.
Entre casi 160 nombres mencionados, sólo
unos 50 sufren alteraciones.
El error de copia no atañe a los nombres
españoles. En cambio si sufren alteraciones cuando son traducidos por italianos
o flamencos.
Los nombres bíblicos tampoco sufren
transformaciones en tierras españolas pero sí las sufrirán en países
anglosajones cuando el texto se traduzca sobre todo por motivos religiosos.
Es
más frecuente la alteración de los antropónimos que la de los topónimos.
Es muy frecuente el cambio del adjetivo onomástico,
considerado como difficilior.
En tierras españolas se mantienen estables
los nombres locales y los nombres bíblicos, mientras que se alteran los nombres
extranjeros y eruditos.
El primer cambio que se aprecia atañe al
propio título de la obra, que de contener en principio los nombres de Calisto y
Melibea, por decisión del autor pasa a designarse como La Celestina, a pesar de
Rojas.
Otro cambio que se aprecia es el
intercambio de prostitutas, entre Elicia y Areúsa que era por motivos
psicológicos según Mª Rosa Lida. Alicia era el nombre originario de la ramera,
y “Elisa” el de la madre de la protagonista, tal como lo documenta el
Manuscrito. Una confusión más es el de “Elicia” con el de Elisa que en seis
ocasiones pone en la acotación de los testimonios de la Comedia.
Entre las dramatis personae, ocurre que se
desdobe un personaje único, como “Centurio Rufián”, que el traductor italiano
considera por error como dos personajes distintos, separándolo por un
punto:”Areusa.Centurione.Roffiano.Elicia”.
También aparece otros personajes con
alguna duplicación de letras como “Sosia” y en la Comedia aparece “Sosias” o
vuelco de letras “Claudina” que fue “clandiana” en la obra y “Clândina”.
Duplicación de una letra que va en la
misma palabra: Tesífone Tesifonte.
Epéntesis de una letra por algún cruce:
Guadalupe Guardalupe. Píramo Pirmano.
En el plano lingüístico se dan muchas
alternancias entre distintas formas corrientes: Ariadna frente a Adriana.
Salomón frente a Salamon y Solomon.
Puede ocurrir que se desdoble un nombre
propio único como “Erasístrato”, que por error da lugar a dos parejas de
médicos, “Eras” y “Crato.
También aparecen malas lecturas como “Pericles” y se lee “Perides”. “Tisbe” que
por confusión entre -t- y -c- pasa a ser “cisbe”.
Malentendidos paleográficos ante adjetivos
muy difíciles de leer , como “seleucal” que engendra “celestial”.
También se produce error del autor. Parece
ser el del “Bursia” que Rojas confunde con
su hijo Nicomedes. Según Petrarca fue Nicomedes quién mató a su padre
Prusia, y el autor, interpretando mal el latín,,, ha transformado Prusia de
víctima en asesino.
“Ypermestra” por “Clitemnestra”. Rojas
confunde dos mujeres (Hipermestra y Clitemnestra), ambas víctimas del amor,
pero inocente la una y culpable la otra.
Hay que mencionar a dos a dos traductores:
Hordognez y James Mabbe (autor de dos traducciones inglesas). El primero cuando
hace la traducción italiana en lugar de enumerar los vinos españoles de
Monviedro, de Luque, de Toro, de Madrigal y de San Martín, hace una adaptación
al ambiente italiano y nombra a otros vinos pero de origen italianos como
Moscatel di Taglia: de Giglio, Greco de Somma. Al mismo tiempo los frailes del
monasterio de los Jerónimos de Guadalupe se convierten en “frati de Sancta
Maria Nova”.
El traductor inglés por su parte, manipula
los nombres en materia bíblica o religiosa. Omite: Sodoma, Nembrot, Salomón,
Bernardo, Tamar, David.Santa Apo0lonia. Helías profeta. Va a proseguir con
nombres propios religiosos sustituidos por otros de la antigüedad clásica, con
una tendencia a la paganización.: … llaman Juanes, lo sustituye por llaman
jamas.
En esta entrada lo que se ha querido
estudiar ha sido los casi doscientos nombres propios de La Celestina , en su
mayoría cultos y complicados que al copiarse en la imprenta suelen ser
malentendidos y dan lugar a muchas alteraciones . También se ha estudiado las
libertades que se han tomado los traductores con los nombres propios de la
obra, en un caso temprano, con la traducción italiana de 1506 en Roma y el otro
tardío con la traducción inglesa en Londres en 1.631.
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